En unas instalaciones de estudio de Hollywood, con un equipamiento de
película y totalmente gratis, Jonathan Contreras y José Padilla
persiguen una carrera de éxito como creadores de contenidos de YouTube,
una plataforma audiovisual de Google que invierte en talento para
continuar creciendo.
Contreras, de raíces cubanas, y Padilla, originario de República
Dominicana, forman parte de un grupo de elegidos seleccionados por la
compañía californiana para participar en el programa de formación NextUp
organizado en el nuevo y sofisticado centro de producción de YouTube en
Los Ángeles, YouTube L.A. Space.
Durante dos semanas, los privilegiados alumnos cambian su entorno casero
por uno profesional, donde se les facilitan cámaras, luces, micrófonos,
sets de rodaje y herramientas de edición de primer nivel, así como
asesoramiento de expertos, para ayudarles a ser estrellas en internet.
"Éste es un espacio para desarrollar los canales de YouTube, nuestro
trabajo es acelerar su expansión, que sean más ambiciosos con sus
contenidos", comentó Liam Collins, responsable de este complejo que no
duda en equiparar con el que tiene Sony en la meca del cine y considera
"atractivo incluso para Steven Spielberg".
La instalación se ubica en un antiguo hangar de 4.000 metros cuadrados
que fue propiedad del magnate Howard Hughes e incluye dos cines, tres
salas para filmar con croma, un estudio de grabación, otro de captura de
movimientos, uno de baile y dos escenarios.
"Es increíble, es un estudio de cine para creadores de YouTube. Nos lo
dejan usar todo y gratis", explicó a Efe Contreras que empezó hace tres
años a colgar vídeos en ese portal para que lo vieran sus amigos y
actualmente su canal de parodias Qbanguy colecciona más de 100.000
suscriptores y más de 100 millones de visitas.
Qbanguy cuenta con publicidad y Contreras, que estudiaba para guionista,
ha convertido YouTube en su vida, aunque aún necesita de vez en cuando
un empleo a tiempo parcial para mantenerse.
"En mis primeros dos años no hice ni un centavo, pero seguí porque me
encanta. No me importa trabajar 20 horas en un vídeo porque es mío,
aunque luego solo saque 10 dólares", explicó el joven nacido en Nueva
Orleans, de donde se mudó a Las Vegas tras el paso del huracán Katrina.
Para Padilla, que empezó en YouTube con un vídeo sobre cómo fortalecer
los abdominales grabado con una cámara de 80 dólares, la experiencia en
el centro angelino ha sido reveladora.
"Nos han abierto los ojos. Nos han enseñado todo lo que realmente
necesitas para ser exitoso y poder vivir solamente de YouTube. Desde
nuestra casa podemos hacer una tonelada de dinero, es ridículo",
manifestó este residente en Nueva Jersey que a sus 20 años paga sus
estudios de profesor con lo que saca en internet.
"Mi plan es graduarme pero quizá no llegue a ejercer de profesor porque
hay muchas oportunidades en YouTube", indicó el joven que está detrás
del canal Techmaster8 en el que habla de ejercicio físico, tecnología y
autoayuda.
Techmaster8 tiene cerca de 30.000 suscriptores y atesora más de 12 millones de visitas.
YouTube L.A. Space, así como sus equivalentes de menor tamaño en Londres
y Nueva York, están abiertos a creadores de canales de YouTube que
hayan demostrado su compromiso con la plataforma, su capacidad para
colaborar con otros generadores de contenidos y que necesiten de medios
para sacar adelante sus proyectos.
Google no cobra por el uso de las instalaciones ni por el asesoramiento,
que incluye desde directores de fotografía o actores como Matt Damon, y
paga los gastos a los alumnos de Next Up.
Para poder participar, el canal tiene que tener al menos un millón y medio de visitas o 10.000 suscriptores.
Además, ofrece el espacio por períodos de tres meses para canales con
proyectos concretos e incluso por más tiempo, como es el caso de Dave
Days y Freddie Wong, maestros en creación de contenidos en YouTube, con
millones de visitas en sus canales, que producen contenidos
profesionales en las instalaciones de Los Ángeles.
Detrás de esta inversión en tiempo y material, se encuentra el deseo de
Google de incrementar el tiempo de consumo de vídeos en YouTube, lo que
conlleva un incremento de su valor comercial y por lo tanto ingresos
para la compañía.
Se ha propuesto alcanzar este objetivo incentivando la
profesionalización de su cantera de creadores. Cuanto mejor sea el
contenido y más se promocione, más audiencia.
Una visión de negocio que el padre de Jonathan Contreras, un cubano que trabajó desde los 12 años, no acaba de tener clara.
"Estás loco chico, eso no te da dinero. Tú tienes que contactar a Justin
Bieber y que te ponga en el vídeo", le dijo a su hijo que se ríe
contando la anécdota.
Por el momento, Bieber sí ha aparecido en su canal, aunque fuera Contreras disfrazado y cantando "Baby, baby, baby".
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