El presidente Donald Trump anunció ayer la
retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio
climático, paso que generó una inmediata ola global de reacciones de
pesar.
"En el día de hoy (ayer), Estados Unidos cesará toda implementación
del acuerdo de París y las pesadas cargas financieras y económicas
impuestas a nuestro país", dijo Trump en un discurso agudamente
nacionalista en los jardines de la Casa Blanca.
"No puedo, con buena conciencia, apoyar un acuerdo que castiga a
Estados Unidos", añadió, desacreditando lo que calificó como "cargas
financieras y económicas draconianas que el acuerdo impone" a su país.
El mandatario definió repetidamente al pacto -acuñado por su
predecesor Barack Obama- como una capitulación, un acuerdo que no ponía a
"Estados Unidos primero" y que era demasiado fácil para sus rivales
económicos como India, China y Europa.
"No queremos que otros líderes y otros países se sigan riendo de nosotros, y no lo harán", declaró.
Sin embargo, el presidente dejó abierta una puerta al afirmar que su gobierno está dispuesto a negociar un nuevo acuerdo.
"De forma que estamos saliendo pero vamos a comenzar a negociar y
veremos si podemos alcanzar un acuerdo justo. Si podemos, será
excelente. Si no podemos, también. Como presidente, no puedo poner otra
consideración por delante del bienestar de los estadounidenses",
expresó.
Como resultado de esta decisión, Trump dijo que todos los compromisos
no vinculantes adoptados por la adhesión al acuerdo cesarán "el día de
hoy", con efecto inmediato.
- Reacciones también inmediatas -
Las reacciones a la decisión no se hicieron esperar.
El expresidente Barack Obama, uno de los negociadores fundamentales
del Acuerdo de París, afirmó en una nota que la decisión de retirarse
del entendimiento global es un "rechazo al futuro".
"Incluso con la ausencia del liderazgo estadounidense, incluso cuando
este gobierno se une a un puñado que rechazan el futuro, tengo
confianza de que nuestros estados, ciudades y empresas saldrán adelante y
harán ahora más en liderar el camino y proteger el futuro de
generaciones del único planeta que tenemos", indicó Obama en un
comunicado.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker, dijo que la
decisión adoptada por la Casa Blanca era "seriamente errónea".
En tanto, la jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, lamentó el paso
dado por Trump, pero pidió que prosiga "la política climática que
preserva nuestra Tierra".
En una declaración conjunta, Alemania, Francia e Italia alertaron a la Casa Blanca que el Acuerdo "no puede ser renegociado".
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, fue más específico y reforzó que "nada es negociable" en los acuerdos.
En América Latina, Chile expresó su "profunda decepción" por el
anuncio de Trump, por considerar que la implementación del Acuerdo es
"fundamental para el bienestar de las presentes y futuras generaciones."
Poco antes del anuncio, China y la Unión Europea defendieron con
vigor el Acuerdo de París, que apunta a limitar el alza de la
temperatura global "por debajo de 2ºC" con respeto a la era
pre-industrial.
Desde Berlín, en donde se reunió con la canciller Merkel, el primer
ministro chino, Li Keqiang, aseguró que su país respetaría el
compromiso.
- Presión interna -
En el ámbito local tampoco faltaron reacciones airadas. El magnate
Elon Musk, fundador de la empresa Tesla, y el director de Disney, Robert
Iger, anunciaron su renuncia al consejo empresarial que asesora a
Trump. "Dejar el Acuerdo de París no es bueno para Estados Unidos ni
para el mundo", dijo Musk.
A su vez, el gerente ejecutivo de la gigante General Electric, Jeff
Immelt, expresó en la red Twitter que se sentía "decepcionado" con la
decisión. "La industria debe liderar y no depender de un gobierno",
apuntó.
Incluso pesos pesados de la industria petrolera estadounidense como
ExxonMobil y Chevron manifestaron este jueves su continuado apoyo al
Acuerdo, y la automotora General Motors informó que la retirada
estadounidense "no cambia nuestro compromiso".
Las reacciones hasta incluyeron un toque de ironía. En su discurso,
Trump dijo que él había sido "elegido por ciudadanos de Pittsburgh, no
de París".
De inmediato, el alcalde demócrata de Pittsburgh, Bill Peduto,
respondió en Twitter: "Como alcalde, puedo asegurar que seguiremos los
lineamientos del Acuerdo de París en nombre de nuestro pueblo, nuestra
economía y nuestro futuro".
En tanto, los gobernadores demócratas de los estados de Nueva York,
California y Washington formaron una alianza rápida, prometiendo
respetar los estándares acordados bajo el Acuerdo. Dado que gran parte
de su implementación se lleva a cabo a nivel local, sus partidarios
esperan que el texto no quede completamente eliminado.
Por el momento las únicas voces de apoyo surgieron del partido de Trump, el Republicano.
"Al renunciar a esos objetivos inalcanzables, el presidente Trump
reiteró su compromiso de proteger a las familias de clase media y a los
obreros del carbón", celebró Mitch McConnell, jefe republicano del
Senado.
A su vez, el director de la Agencia de Protección Ambiental, Scott
Pruitt, festejó que "Estados Unidos tiene finalmente un líder que
responde solamente a su gente, no a los intereses especiales".
Según un sondeo YouGov realizado por el Huffington Post en mayo, 46%
de los votantes de Trump eran favorables a retirarse del acuerdo, y 22%
no tenían opinión.
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