Rodrigo Tacla, quien fuera el abogado de la constructora brasileña
Norberto Odebrecht hasta el año 2016, dijo en una entrevista con el diario español El País que
la empresa pagó fiestas con mujeres a políticos de República Dominicana
y Panamá, como forma de agradecimiento y que luego pasaron a
convertirse en chantajes.
"Odebrecht también organizaba fiestas. Y enviaba mujeres desde Brasil
a celebraciones con políticos en Panamá y República Dominicana. Era la
forma de la constructora de expresar su agradecimiento. Aunque luego eso
también se convertía en un chantaje…", cita el diario español, que le
entrevistó en exclusiva.
En la entrevista el abogado, quien colabora con las autoridades
estadounidenses y españolas, y que en junio España ordenó su
extradiccion a Brasil, dice en la entrevista que Odebrecht tenía una
relación muy cercana con el presidente de República Dominicana, Danilo
Medina. “Y recomendó a Medina al publicitario João Santana.
“Además, Marcelo Odebrecht, presidente de la constructora,
decidió en 2015 trasladar el departamento de Operaciones Estructuradas
(la oficina que pagaba los sobornos) desde São Paulo a Santo Domingo. La
finalidad era tener mayor control ante posibles operaciones policiales e
investigaciones”, señaló.
La entrevista es firmada por los periodistas José María Irujo y Joaquín Gil.
A continuación reproducimos la entrevista a integridad.
Pregunta. ¿Cómo actuaba Odebrecht?
Respuesta. La
constructora lo arreglaba todo pagando. Repartía comisiones al
funcionario más bajo de la Administración y al jefe de Estado.
P. ¿Y cómo se aproximaba al poder?
R. El primer contacto se establecía en la campaña electoral. Odebrecht corría con los gastos del marketing político de los candidatos. Tenía un acuerdo con el publicitario João Santana [responsable
de las exitosas campañas de los expresidentes brasileños Luiz Inácio
Lula da Silva y Dilma Rousseff]. La constructora sugería después las
obras que se incluían en los planes de gobierno.
P. El político devolvía el favor cuando alcanzaba el poder…
R. Sí. El dirigente
incluía en su plan de Gobierno las obras que le interesaban a Odebrecht.
La constructora, en algunos casos, asesoraba a los países sobre cómo
conseguir financiación a través de organismos como el Banco Mundial o
el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
P. ¿A cuántos funcionarios, candidatos y presidentes sobornó Odebrecht?
R. A más de 1.000. A
través de la firma, cobraron desde gerentes de empresas públicas a jefes
de Estado. Solo en Brasil hay 500 personas afectadas. Y existen
políticos y altos funcionarios brasileños cuyos nombres todavía no han
trascendido.
P. Odebrecht abonó en
2016 la mayor multa de la historia -2.231 millones de euros- a los
Gobiernos de Brasil, Suiza y EE. UU. para poder volver a presentarse a
concursos públicos. La constructora reconoció con este acuerdo que desde
2001 repartió sobornos en 12 países. ¿Le consta la existencia de más Estados implicados?
R. Sí. Por ejemplo, la empresa desembolsó tres
millones de euros en enero de 2016 al primer ministro de Antigua y
Barbuda, Gaston Browne. El pago se hizo a través del diplomático de este
país Casroy James. El dinero buscaba que Antigua y Barbuda no
comunicara a las autoridades judiciales de Brasil los movimientos en el
Meinl Bank, una entidad local adquirida por Odebrecht y que se utilizó
para blanquear los fondos de los sobornos.
Aunque Browne recibió tres millones, la
operación le costó a Odebrecht 10,5. La mayor parte de ese dinero acabó
en el bolsillo de varios directivos de la constructora y del Meinl Bank.
La decisión [del presunto soborno de Browne] se adoptó en septiembre de
2015 durante una reunión en el hotel Intercontinental de Madrid a la
que yo mismo asistí.
[Browne ha negado a este periódico que recibiera un soborno de
Odebrecht. Asegura que nunca ofreció un trato de favor a la constructora
e insiste en que colaboró con las autoridades brasileñas en la
investigación].
P. ¿Puede explicar cuál era la misión de ese pequeño banco de Antigua y Barbuda comprado por la constructora?
R. El Meinl Bank era
una tapadera en ese paraíso fiscal del Caribe. Tenía solo tres empleados
en una pequeña oficina. Su sede en São Paulo estaba en el consulado.
Era el centro neurálgico desde el que se hacían los pagos irregulares.
De ahí se transfería dinero a otros bancos como la Banca Privada de Andorra (BPA),
una entidad clausurada en 2015 por corrupción. Mediante pagos internos
se evitaba dejar rastro y eludir las huellas de los fondos cuando se
incluye el Swift (código de transferencia internacional).
P. ¿Qué papel jugaron en la estructura de blanqueo la Banca Privada de Andorra (BPA) y su filial en España, Banco Madrid?
R. La BPA era el banco
encargado de los pagos finales. Odebrecht abría cuentas en esta entidad a
nombre de Personas Políticamente Expuestas (PEPs), cargos públicos
susceptibles de lavar dinero. La constructora ordenaba transferencias al
BPA desde su banco en Antigua y Barbuda. Después, el dinero en el BPA se traspasaba a través de movimientos internos –ajenos a los registros– hasta las cuentas de los beneficiarios.
P. ¿Cuánto gastaba la empresa al año en comisiones ilegales?
R. Cerca de 260
millones de euros. El dinero se movía en efectivo, a través de cuentas
en paraísos fiscales y transferencias internacionales. La constructora,
por seguridad, nunca pagaba en los países de origen del beneficiario. Y
usaba el Meinl Bank para enviar fondos a Personas Políticamente
Expuestas (PEP), que es como se denominan los cargos públicos
susceptibles de cometer blanqueo. Así se hizo llegar dinero a Michelle
Lasso, una persona próxima al presidente de Panamá, Juan Carlos Varela.
[Una portavoz oficial del presidente
Varela manifestó a este periódico que su Gobierno ha expresado su apoyo a
las investigaciones de la Fiscalía de ese país y ha hecho pública, por
primera vez, las donaciones que recibió para su campaña].
P. ¿Quién ideó el esquema de lavado de fondos?, ¿quién era el cerebro?
R. No hay un cerebro. Hay un banco como cerebro: el
Meinl Bank de Antigua y Barbuda. El empleado del Departamento de
Operaciones Estructuradas (la oficina que repartía los sobornos), Luiz
Eduardo da Rocha Soares, ideó el sistema. Él fue también el responsable
de la compra del Meinl Bank. Había dos directivos de la constructora que
eran accionistas de esta entidad en Antigua y Barbuda sin que la
empresa lo supiera.
P. ¿Cuántas empresas manejaba Odebrecht en paraísos fiscales?
R. Más de un centenar. Yo llegué a la constructora en 2011. Pero la estructura ya existía desde 2006.
P. El presidente de la firma, Marcelo Odebrecht,
fue condenado a 19 años de prisión. Junto a él, otros 77 cargos de la
empresa colaboraron con la Fiscalía brasileña a cambio de reducir sus
penas. Odebrecht ha reconocido el pago de 677 millones de euros en
sobornos. ¿Es correcta la cifra?
R. No. Un exdirectivo
del Meinl Bank declaró que esta entidad movió 2.200 millones de euros. Y
este banco trabajaba en exclusiva para Odebrecht. No tenía clientes
normales.
P. ¿Por qué Odebrecht aceptó un acuerdo que suponía un reconocimiento de culpabilidad?
R. Porque existía mucha
presión de los empleados. Si los directivos no hubieran accedido al
acuerdo, los trabajadores lo habrían hecho individualmente. Y la empresa
no habría controlado el proceso.
P. ¿Se pagaron sobornos en especie?
R. Sí. Odebrecht
intentó en 2014 regalarle un avión al expresidente de Panamá Ricardo
Martinelli. El político lo rechazó. La constructora quería quedar bien
con Martinelli y con el candidato de su partido (el oficialista Cambio
Democrático) que concurría a las elecciones generales de 2014, José Domingo Arias, Mimito.
Odebrecht también organizaba fiestas. Y enviaba mujeres desde Brasil a
celebraciones con políticos en Panamá y República Dominicana. Era la
forma de la constructora de expresar su agradecimiento. Aunque luego eso
también se convertía en un chantaje…
P. ¿Se hacían fotos en esas fiestas?
R. Sí. Y se guardaban.
El responsable de Odebrecht en Panamá, André Rabello,sabía cómo utilizar
esas fotos. Rabello también manejaba información sobre las esposas y
las relaciones extraconyugales de los políticos panameños. La
constructora hacía regalos a sus mujeres.
Asistí a una reunión donde Rabello dijo
que tenía la confirmación del presidente de Panamá, Juan Carlos Varela,
de que el país no iba a contestar a los requerimientos judiciales de
Brasil [sobre el caso Odebrecht].
P. ¿Odebrecht sabía que las esposas y amantes de los dirigentes recibían sobornos?
R. Sí. La constructora arreglaba la vida financiera de las esposas de los políticos. Sobre todo de las exesposas.
P. En Brasil, Odebrecht ha reconocido el pago de 303
millones de euros en sobornos para recibir contratos de obras por valor
de 1.600 millones durante las presidencias de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff…
R. La cantidad fue
mucho mayor. Se desembolsaban 130 millones de euros al año en
comisiones. El dinero se entregaba en efectivo y por transferencias.
Cobraba hasta el conserje. Los sobornos salpicaron a todos los partidos.
De derecha, izquierda… De Gobierno, oposición,… Y no hay solo políticos
entre los beneficiados… La empresa apostaba. Por ejemplo, en la pugna
entre Lula y Dilma, Odebrecht preferió a Lula.
P. La firma ha
confirmado que en Colombia abonó 10 millones de euros en sobornos para
recibir contratos por valor de 43 millones entre 2009 y 2014, ¿es
correcta esa cantidad?
R. No conozco a fondo
el caso de Colombia, como tampoco tengo detalles de la situación en
Argentina, Perú, Venezuela o Guatemala. Pero las cifras de Colombia
reconocidas por la empresa son muy bajas. No creo que Odebrecht tuviera
una estructura en el país por solo 43 millones de euros.
P. Y en Ecuador, la
constructora ha admitido que destinó 29 millones de euros a comisiones
ilegales para obtener contratos por valor de 100 millones durante el
mandato del presidente Rafael Correa (2007-2017). ¿Qué dirigentes ecuatorianos están implicados?
R. Acabo de responder en España a una comisión
rogatoria -solicitud de auxilio judicial entre Estados- de Ecuador. He
informado de que el exministro de Electricidad del Gobierno de Rafael
Correa Alecksey Mosquera cobró una comisión de 870.000 euros a través de
la Banca Privada de Andorra (BPA), donde tuvo una cuenta. Desconozco
porqué Mosquera cobró esa comisión.
[La Fiscalía General de Ecuador ordenó
la detención de Mosquera en abril de 2017 por recibir presuntamente
sobornos de Odebrecht].
P. ¿Qué nos puede decir de México?
R. Pues que Odebrecht creía que el presidente de México iba a ser el exdirector general de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin. Y le gustaba esa idea. La constructora tenía mucho interés en Lozoya.
P. Odebrecht ha
reconocido que pagó 51 millones de euros en sobornos a oficiales del
Gobierno de Panamá entre 2010 y 2014, ¿es correcta la cifra?
R. La cantidad es
mayor. La firma corrió con los gastos de los principales candidatos de
las elecciones generales panameñas de 2014: el oficialista José Domingo
Arias y su adversario, el actual presidente, Juan Carlos Varela. Apostó por los dos.
La constructora también abonó un millón
de euros a dos proveedores de una empresa de ron propiedad de Varela. El
pago se hizo a través de una cuenta del HSBC en Hong Kong.
Cuando Varela era vicepresidente (2009-2014), se enviaron fondos a
Michelle Lasso, una persona vinculada al político que tenía una cuenta
en el banco de Odebrecht en Antigua y Barbuda. La constructora se asustó
porque Lasso tuvo un problema empresarial en EE. UU. y temió que se le
investigara.
P. La constructora ha
reconocido el pago de 80 millones de euros en comisiones ilegales en
República Dominicana, donde captó contratos por valor de 142 millones,
¿quiénes se beneficiaron de estos sobornos?
R. Odebrecht tenía una
relación muy cercana con el presidente de República Dominicana, Danilo
Medina. Y recomendó a Medina al publicitario João Santana. Además,
Marcelo Odebrecht, presidente de la constructora,
decidió en 2015 trasladar el departamento de Operaciones Estructuradas
(la oficina que pagaba los sobornos) desde São Paulo a Santo Domingo. La
finalidad era tener mayor control ante posibles operaciones policiales e
investigaciones.
P. ¿Ha recibido amenazas en EE. UU. o España?
R. Sí, a través del
teléfono y las redes sociales. Me exigían que me callara. Mi madre
también ha sido amenazada. He denunciado esta situación ante las
autoridades de España y de EE. UU.
[Tacla muestra un mensaje de WhatsApp de
su madre con el siguiente texto: “Hijo, que me están amenazando por
teléfono. Que dicen que te tienen atado. Que es un atraco. Que quieren
joyas, dinero, para que te liberen…Son las tres de la mañana…].
P. ¿Cree que altos funcionarios y gobernantes de Latinoamérica temen su confesión?
R. Sin duda. Mi testimonio puede afectar a muchas personas poderosas en el mundo.
investigacion@elpais.es
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