Venezuela se aproxima a la Asamblea Nacional
Constituyente (ANC) que permitirá al chavismo cambiar todo el
ordenamiento del Estado, con un llamamiento a tiempo del presidente del
país, Nicolás Maduro, para sentarse en la mesa con los opositores antes
de que, en tres días, se concrete esa elección.
El pedido de Maduro ha venido después de una prohibición de su
Gobierno de "reuniones y manifestaciones públicas, concentraciones de
personas y cualquier otro acto similar que pueda perturbar o afectar el
normal desarrollo del proceso electoral".
La oposición no ha ni rechazado ni aceptado el llamado de Maduro,
pero sí le ha retado en la calle asegurando que, pese a cualquier
prohibición, concretará la gran marcha convocada para el viernes contra
la Constituyente.
La alianza de opositores Mesa de la Unidad Democrática (MUD) había
llamado a todos los venezolanos a acudir a la capital el viernes para lo
que bautizó como "la toma de Caracas", y redobla ahora su apuesta por
esta actividad de protesta refiriéndose a ella como la "toma de
Venezuela".
La protesta de mañana es la última y una de las mayores
manifestaciones anunciadas por la MUD hasta el momento para intentar
detener la Constituyente, un proceso que debe culminar con la
elaboración de una nueva Carta Magna y es visto por la oposición como un
intento de "consolidar la dictadura" por parte del chavismo gobernante.
Representantes de la MUD han pedido a sus partidarios atrancar desde
mañana las avenidas y las calles de todo el país, en una acción de
protesta que continuará el sábado, e incluso el domingo, el día de la
elección.
Los opositores esperan que Maduro reconsidere la celebración de las
elecciones del domingo tras estas medidas de presión, y han adelantado
que podrían emprender acciones con el objetivo de impedir la votación.
Hasta el momento, tras 118 días de protestas, Maduro le ha pedido a
la oposición "que abandone el camino insurrecional, que vuelva a la
Constitución" y que instale junto a él en "las próximas horas antes de
la elección e instalación de la ANC una mesa de diálogo, acuerdo
nacional y reconciliación de la patria".
"Porque si no fuera así, yo le entregaría a la Constituyente todo el
poder de convocar de manera obligatoria un diálogo nacional de paz con
una ley constitucional", agregó Maduro ante miles de seguidores, durante
el acto de cierre de campaña para el 30 de julio en el centro de
Caracas.
Maduro planteó esta "mesa nacional de entendimiento para hablar de
los grandes temas del país" en el último día del paro general de 48
horas con que la oposición pretende presionarle para que retire la
Constituyente.
El mandatario chavista ha recriminado repetidamente a la oposición
supuestos actos "terroristas" durante las protestas convocadas por la
oposición a su Gobierno y la Constituyente, unas manifestaciones que han
desembocado a menudo en disturbios y choques con las fuerzas del orden,
y en las que han muerto 105 personas.
Dos de esas muerte se registraron hoy en medio de la huelga general
de 48 horas convocada también por los opositores y que incluyó el corte
de vías, que, según sus propios datos, fue acatada en un 90 %.
La primera muerte, la de un joven de 16 años que fue herido ayer de
un disparo en la cabeza durante una protesta en el sector de El Paraíso,
en el oeste de Caracas, y la segunda la de un hombre que recibió un
disparo en la espalda en el estado Carabobo, según la Fiscalía.
La gran protesta de los opositores coincidirá con el periodo de
reflexión de los venezolanos que acudirán a las urnas el domingo en
medio de un gran despliegue de seguridad de las autoridades para
garantizar la participación.
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