Tener cargado a su hijo de dos años no
sensibilizó a los dos hombres que a bordo de una motocicleta mataron
ayer a tiros al raso de la Policía Nacional Paul Encarnación Mejía, un
hecho en que el pequeño resultó herido de gravedad.
“Misión cumplida”, habían vociferado los homicidas tras cometer el
crimen, según versiones ofrecidas a este medio por testigos oculares del
hecho.
El pasado lunes, aproximadamente a las 10:00 de la noche, en el
barrio Ponce, del sector Los Guarícanos, los dos hombres cometieron el
atentado frente a la vivienda del agente, donde estaba sentado
Encarnación al momento del asesinato.
Su
arma de reglamento no le sirvió para defenderse del ataque, aunque la
portaba e incluso llegó a realizar un disparo, mientras estaba herido.
Hace apenas 41 días el raso Paul Encarnación Mejía fue reconocido por
el propio director de la Policía Nacional, mayor general Ney Aldrín
Bautista, por no haber aceptado sobornos de narcotraficantes, lo que
también supone la posible razón de su muerte.
Las versiones extraoficiales que se manejan sobre el caso indican que
se trató de un crimen por encargo, y otros coinciden en que fue para
quitarle el arma de fuego.
Otra testigo dijo que lo estaban acechando porque “le habían pasado varias veces por el lado”.
La esposa del policía, solo identificada como Lucía, aún se encuentra
impactada por el suceso, y se pasó el día entre el hospital donde está
siendo atendido su hijo, y la morgue del Hospital Marcelino Vélez, donde
le entregarían el cuerpo de su esposo.
En cuanto al menor que resultó herido durante el asesinato de su
padre, se encuentra recluido en la unidad de cuidados intensivos del
Hospital Infantil Hugo Mendoza, debido a la herida de bala craneal que
presenta el infante.
El pequeño recibió un disparo en el lado izquierdo del cráneo con salida por el lado derecho de la frente.
Se encuentra en condición crítica en la unidad de cuidados intensivos
del hospital Hugo Mendoza, y con un pronóstico reservado, según la
directora del centro de salud, doctora Noldis Naut Suberví.
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