Diversos estudios confirman más
que nunca el poder de la imaginación en el orgasmo femenino. Te descubrimos la
táctica definitiva para elevar el deseo a su máxima potencia. ¿El secreto? Está
en tu cabeza...
Dos nuevos estudios sobre el orgasmo femeninohan acaparado nuestra
atención en el último mes. En el primero, científicos de la Universidad de
Rutgers (New Jersey) observaron qué ocurre en el cerebro de la mujer cuando se
masturba a solas únicamente con la ayuda de su imaginación. En el segundo,
de la Universidad de Groningen (Países Bajos), un conjunto de expertos examinó
cómo afecta a una mujer el ser estimulada sexualmente por su pareja.
¿Resultado? Las
primeras experimentan una explosión de actividad en cerca de 30 áreas del cerebro (y cuanta mayor actividad cerebral se
produce, más intenso es el orgasmo), incluyendo la corteza orbitofrontal (COF),
el rincón de nuestra computadora responsable de las fantasías sexuales.
Sin embargo, cuando tienen sexo
en pareja, esta parte del cerebro se ‘va apagando’ a medida que se
acerca el clímax. ¿Conclusión? Existen dos tipos deorgasmos femeninos –según estés sola o acompañada–, en
los que la presencia o no de fantasíasjuega
un papel considerable. Te desvelamos a continuación los beneficios de utilizar tu imaginación.
El
poder de tu mente
Partiendo de las investigaciones
anteriores, estarás de acuerdo en que fantasear durante el sexodebería de doblar tu actividad cerebral.
“Recrearnos en este tipo de pensamientos no es solo una buena forma de
excitarnos aquellas veces cuando el mero contacto no es suficiente, sino
también una excelente vía para predisponernos para el sexo, potenciar el deseo
y el placer, y aumentar así la intensidad de nuestros orgasmos”, explica la
psicóloga terapeuta Julia Hernández.
Otro estudio que evidencia el
potencial de nuestras mentes es el emprendido por el gurú del sexo femenino
Barry Komisaruk, de la Universidad de Rutgers, en un experimento en el que
varios voluntarios debían imaginar que estaban recibiendo un golpecito en la
mano o el pie. “Descubrimos que cuando imaginaban que estaban siendo tocados
había mucha más actividad en sus cerebros que cuando recibían el golpe de
verdad”, explica Komisaruk.
Imagina que en plena sesión combinas la actividad
de ambos momentos: el imaginario y el real. Mientras tú piensas en aquello que
te pone a mil, él además te acaricia donde más placer te da. ¡Orgasmo por dos asegurado!
Ponlo
en práctica
“Al igual que la eyaculación precoz y
la impotencia son los trastornos más comunes en el hombre, el deseo hipoactivo
o falta de deseo es el desorden que más afecta a las mujeres, lo que se
manifiesta cuando hay una ausencia de fantasías sexuales”, explica Julia. Por esta razón no
tienes que sentirte culpable por dejar volar tu imaginación cuando tengas a tu
chico inmerso en faena. De hecho, un estudio del Dr. Harold Leitenberg, de la
Universidad de Vermont, asegura que las fantasías suelen darse en personas con vidas sexuales de lo más sanas.
Existen
varios tipos de fantasías que tienen lugar durante el sexo: algunas hacen
referencia a esos pensamientos o ideas que tuvieron lugar en el pasado, por
ejemplo, aquella sesión salvaje que tuvisteis en la ducha y que recordarla tan
solo te pone a mil. Otros se .
corresponden con aquellas imágenes fruto de tu
imaginación que os sitúan haciéndolo en lugares públicos o con más personas, o
incluso llevando a cabo juegos que jamás.
te atreverías a confesarle. “Durante
el acto, estos pensamientos pueden quedarse en tu mente o ser compartidos con
él. Confiésale si quieres eso que tanto te excita de aquella experiencia que
tuvisteis o lo que te gustaría que te hiciese”, dice la experta. Aunque estas
fantasías (o cualquier otra que tengas) no se materialicen, sí jugarán su papel
principal: subir el termómetro de la pasión y culminar la velada con fuegos
artificiales.
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