¿ Cómo empezar a escribir??,
Fácil….dejar las emociones fluir…
No tengo un recuerdo exacto de lo que fue disfrutar de tu compañía
en mi niñez, sólo lugares, palabras y momentos muy mínimos permanecen, más no
puedo dejar de pensar en tu Bella sonrisa, rostro fresco y mujer de gran coraje, cualidad con la cual siempre me
identifiqué.
Crecer sin esa mitad de piel, calor,
olor, amor….fue muy difícil, pero no imposible, porque como parte de ti que fui
siempre mantuve esa conexión que une a un hijo de una madre. Los años pasaron y
la ausencia de tu presencia fue creciendo.
En los inicio de una terrible
adolescencia, en medio de barros, desarrollo de partes de mi cuerpo y el cambio
esperado florecieron como jardín en
primavera, todo en un solo lugar. Fue en ese momento que sentí la necesidad de
tenerte por siempre; se aproximaban cambios que desconocía, y no tenía la más
imperceptible idea de cómo lidiar con todo eso.
Creciendo entre tantas cosas y
aprendiendo el significado de cada una, Dios dispuso que fuera el momento que
estuvieras presente y fue cuando ya empezaba a verte con más frecuencia, me
visitabas y pedías que me dejaran ir contigo…las razones de porque no podía,
las entiendo ahora, pero en ese instante solo quería que pronunciaran un ¨SI¨
enorme, para compartir y recuperar todo el calor que el aire evaporo los años
atrás.
La primera experiencia marcada como
el comienzo de un reencuentro, era pasar ese tiempo completo, el cual dedicabas
a tus compras de vestimentas, accesorios y demás, para surtir el negocio que habías encaminado
en aquel pueblo ¨ San Juan¨, fue cuando logre el vínculo que tanto anhelaba.
Pasar un día junto a ti, era lo más
esperado mes por mes…. Ya en el trayecto de los meses, me fui adaptando a las
risas, enojos, berrinches que podían ocurrir entre ambas; y claro no encontrar
esa empatía fue bastante difícil para que lográramos entendernos.
En los años de ausencia obtuve el
calor familiar, pero al reencontrarme con ella entendí la diferencia….No es
madre quien procrea, sino quien cría…viejo dicho en la masa popular, que
escuche por muchos años de mi vida y que
era entendible para quién le tocaba vivirlo!, no existen palabras para
lo que realmente se siente cuando te toca conectarte con la persona que tomó la
decisión de traerte a este mundo.
Varios años pasaron en donde me fui
compenetrando más con ese ser, que siempre esperé tener en el desarrollo de mi
niñez. Pero Dios tenía un plan, me dio la oportunidad de que entendiera lo que él sabía que yo necesitaba y que al
mismo tiempo me sería útil para lo que me esperaba después; ser una adolescente
con temperamento fuerte, sensible de corazón y una madurez no esperada para mi
edad, me hizo aceptar que el plan era exacto!
Ver mi Madre padecer de malestares de
salud crónicos es inexplicable, pero había llegado el tiempo y el propósito
marcaba su final. Dolor, llanto, tristeza, súplica, han embargado mi cabeza
desde su partida hasta la fecha, la pérdida de esa persona que apenas llegaba a
mi vida no era fácil de asimilar, con fuerzas y disposición seguí adelante.
Más
el apoyo de aquellos que me rodeaban permaneció siempre, extrañarla no es sólo
un sentimiento que duele, también es el eterno agradecimiento de lo que me pudo
brindar en el periodo que Dios nos consagro.
Los recuerdos siguen innatos, pero
sigo EXTRAÑANDOTE DE UNA MANERA QUE
DUELE.
En honor a mi madre: Patria Minerva
Hernández
0 comentarios:
Speak up your mind
Tell us what you're thinking... !