República Dominicana, con más de 10 millones de habitantes y un flujo
migratorio intenso con Haití, se encuentra entre los países donde la
tasa de participación laboral de los inmigrantes supera a la de los
nativos. El dato lo revela el informe “Coyuntura Laboral en América
Latina y el Caribe: la inmigración laboral en América Latina”,
publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal).
De acuerdo al informe, República Dominicana, junto a Chile, Costa
Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay y Venezuela, se encuentra en la lista de
los países de la región donde los inmigrantes tienen mayor
participación laboral. Solo Bolivia, Brasil, México y Uruguay reflejan
una tasa de participación más alta en los nativos versus los
inmigrantes.
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El estudio, fundamentado en estadísticas del 2010-2013, revela que
la tasa de participación laboral de nativos e inmigrantes de 15 años o
más es de 53.4% respecto a la población total, y de estos 52.8%
pertenece a la población nativa y 64.1% a los inmigrantes, que en su
conjunto muestran un alto grado de masculinidad, con una composición de
hombres de un 80% en edades de trabajar (de 20 a 49 años).
Según el estudio, la tasa de participación de los migrantes supera en
mayor grado a la de los nativos ya que, diferente a otros países, entre
los inmigrantes no se observa un grupo numeroso de estudiantes (un
22.6% no activos económicamente y un 8.2% de todos los nacidos en el
extranjero de 10 años o más de edad) ni de jubilados o pensionados (un
3.2% de los inmigrantes inactivos y un 1.1% de 10 años o más de edad).
En el tema de la tasa de desempleo, la Cepal apunta que en los
nativos es de 7.1% (5.1% hombres, 10.4 mujeres), mientras que en los
inmigrantes es de 6.1% (4.4% hombres 11.8% mujeres).
Se establece que, en aquellos países donde la tasa de actividad de
los inmigrantes es mayor que la de los nativos, la inmigración es
predominantemente laboral y reciente, mientras que en otros países tiene
otras características o se trata de una inmigración laboral más antigua
que, al reducirse el ritmo de los movimientos migratorios, dio origen
al envejecimiento de la población inmigrante. En el país el 86% del
total de inmigrantes son de nacionalidad haitiana, el 14% restantes está
compuesto de chinos, cubanos, venezolanos, estadounidenses, españoles,
italianos, colombianos, alemanes, puertorriqueños, y franceses.
En el caso de inmigrantes económicamente activos, su composición por
rama de ocupación es: 6.3% personal directivo, 3.1% profesionales, 2.3%
técnicos, 1.4% empleados de oficina, 4.2% trabajadores de servicios y
vendedores, 15.2% trabajadores agropecuarios, 8.1% operarios y
artesanos, 1.4% operadores de máquinas, y 11.5% no calificados.
Al referirse a la educación, la publicación establece que República
Dominicana tiene una alta proporción de inmigrantes con niveles
educativos bajos, igual que Argentina y Uruguay.
“Entre los inmigrantes, las personas con hasta seis años de estudio
representan un 60.6% en República Dominicana, un 47.7% en Costa Rica, un
44.5% en Paraguay, un 42.6% en Venezuela y un 35% en Argentina”.
FOMENTAR EMPLEO Y TRABAJO DECENTE
RETOS Y POLÍTICAS
Para fomentar el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para los inmigrantes y generar un impacto lo más positivo posible, es importante aplicar políticas que moldeen la migración. Se debe enfrentar la compleja situación de la migración desde diversas áreas de política pública, coordinando no solo las migratorias y laborales, sino también las sociales, de educación, de salud, de seguridad, previsionales, de desarrollo y de comercio, orientándolas a la inclusión social y la protección de derechos.
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