Las centrales de trabajadores advirtieron este miércoles que no aceptarán un aumento salarial al sueldo mínimo y que sólo volverán a dialogar con los patronos cuando hagan una propuesta decente.
Rafael Abreu (Pepe), presidente del Consejo Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), dijo que a las 3:00 de esta tarde se realizarán marchas simultáneas en San Pedro de Macorís y Barahona, y mañana en Azua, San Francisco de Macorís y Puerto Plata.
“Seguimos unidos, no aceptaremos aumentos sólo al sueldo mínimo de los empleados privados, también hay que incluir un 25 por ciento a los que ganan hasta los 50 mil pesos, no vamos a ceder ni un ápice”, sostuvo.
Abreu deploró que los empresarios aumenten a sus empleados, sumas irrisorias de 300 y 700 pesos.
El presidente del CNUS confía que cuando se apruebe la ley de alza salarial en el sector privado, termine el vía crucis de los trabajadores que sufren cuando los empresarios tienen que aplicar aumento en los salarios.
Informó que ayer el senador Adriano Sánchez Roa le informó que los sindicalistas serán recibidos por la Comisión de Seguridad Social del Senado que preside el senador Pedro María Sosa, para escuchar su posición, y que esta procederá a redactar el informe que rendirá al hemiciclo.
Reiteró que el CNUS, la Confederación Autónoma de Sindical Clasista (CASC) y la Central Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), no volverán a volverán a reunirse en el Comité Nacional de Salarios con los empresarios porque no irán a escuchar alegatos y lamentaciones.
“Por eso vamos a radicalizar la lucha con marchas, que seguirán con dos simultáneas el primero de mayo en Santo Domingo y Santiago, donde anunciaremos una huelga general.
Los empresarios, en la reunión del Comité de Salarios ofertaron un 11.58% de aumento sólo al salario mínimo, lo que rechazaron las centrales sindicales que se retiraron de las conversaciones, provocando un “tranque” en las conversaciones.
Los sindicalistas dicen que no volverán al diálogo con los empleadores porque no irán a perder el tiempo escuchando los mismos argumentos de todos los años.
Censuró que los patronos hicieron una propuesta lejos de la realidad en que viven los trabajadores, alegando que proponían un 11.58% en base a la inflación acumulada desde julio del 2009, cuando se hizo el último aumento salarial.
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