SANTIAGO:
Unas 90 familias residentes en el sector Hoyo de Julia subieron a los techos de sus casas para protegerse de la crecida de la cañada que atraviesa el empobrecido barrio, que anegó sus viviendas tras los aguaceros de ayer en la tarde y anoche. No se informó de desgracias personales. P 38
Más de doscientas familias cuyas viviendas fueron anegadas ayer en cinco barrios regresaban esta mañana a sus hogares donde sacaban lodo y desperdicios dejados por las aguas de diversas cañadas.
Un torrencial aguacero acompañado de vientos provocó que los residentes de esos lugares durmieran fuera de sus casas.
El Comité de Prevención Mitigación y Respuesta de La Defensa Civil estableció que las inundaciones no provocaron desgracias personales.
Las avenidas 27 de Febrero, Bartolomé Colón, Circunvalación y Estrella Sadhala, entre otras, se convirtieron en ríos.
Se evidenció nueva vez que persisten los viejos problemas de drenaje pluvial porque las aguas no fueron conducidas adecuadamente por las alcantarillas.
El Hoyo de Julia, lugar identificado como número uno de las zonas vulnerables de Santiago por las autoridades y por donde atraviesa la cañada de la avenida Bartolomé Colón, puso en peligro a más de 90 familias que no perdieron sus ajuares porque ya están orientadas de cómo huir de las crecidas.
En ese lugar las aguas llegaron hasta el techo de muchas viviendas, pero ya las familias habían sacado ajuares.
Mientras que en Hato Nuevo, en la comunidad de La Herradura, más de 15 familias fueron afectadas en sus casas por las inundaciones.
También, Arroyo de Guayabo experimentó crecida anoche, pero las familias que residen en las riberas de su cauce escucharon la activación de su plan de emergencia comunitaria y no sucedió ninguna eventualidad. Las familias afectadas por las crecidas de cañadas, como siempre, debieron alojarse donde vecinos, amigos y familiares ya que aquí no hay refugios ante esas eventualidades, pese a que hay más de 56 zonas vulnerables.
El gobernador Raúl Martínez se presentó esta mañana con asistencia gubernamental, sobre todo alimentos para los afectados.
El aguacero de más de dos horas inició pasada las cuatro de la tarde y provocó además problemas en el suministro eléctrico y el servicio telefónico, pero ya esta mañana la situación de esos servicios era normalidad.
Los organismos de emergencia se mantienen alerta ante la advertencia de Meteorología de que las lluvias van a continuar. “Estamos bien alerta porque ya la tierra está bien mojada en Santiago y sus alrededores y se pueden producir deslizamientos de tierra y crecidas de cañadas y arroyos”, manifestó Francisco Arias, subdirector nacional de la Defensa Civil. El Arroyo de Guayabo experimento crecida anoche y las familias activaron su plan de emergencia.
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