Un retraso de la menstruación de la mujer durante la edad fértil no es, en principio, ni raro ni problemático, pudiéndose demorar hasta 15 días o más. Todo lo contrario, las causas posibles de este retraso son diversas, incluso cuando la mujer tiene un ciclo regular. Un episodio transitorio en el que las emociones sí juegan un papel importante, y es que en situaciones de estrés o ansiedad el periodo puede retrasarse incluso varias semanas.
Lógicamente, una de las primeras causas del retraso en la que pensamos es un posible embarazo, sobre todo cuando sucede después de haber mantenido relaciones de pareja sin protección, pero como veremos ésta es una más de las posibles causas.
¿Has tenido alguna vez algún retraso en la menstruación? La mayoría de las mujeres en edad fértil responderán afirmativamente a esta pregunta. Y es que un retraso del periodo es tan común como múltiples sus causas. Un posible embarazo –si hemos mantenido relaciones sin protección- es el primer motivo en el que solemos pensar, pero solo es una de las muchas posibilidades. Así, por ejemplo, poco después de la menarquía –término médico que indica la primera menstruación de la mujer- es normal que el ciclo tarde en ajustarse por lo que, al principio, es normal que sea irregular.
Embarazo
El retraso de la menstruación, precisamente, es uno de los síntomas típicos del embarazo en sus inicios. Cuando la mujer conoce los ritmos de su cuerpo, y tiene un ciclo bastante regular, la sospecha del embarazo aparece a la primera semana. Más complicado es cuando la mujer tiene un ciclo menstrual irregular, ya que en este caso es probable que la sospecha se confirme más tarde. Para resolver dudas, lo más recomendable es realizar el test de embarazo. Y para evitar un embarazo no deseado lo aconsejable es utilizar siempre métodos anticonceptivos.
El deseo irrefrenable de ser madre también puede hacer que nuestro cuerpo responda con un retraso de la menstruación, aunque el resultado de la prueba al final resulte negativo.
Trastorno de la tiroides
Los trastornos de la glándula tiroides –la glándula endocrina que se encuentra en la garganta-, tanto si es hipertiroidismo como hipotiroidismo, pueden tener como síntoma un retraso de la menstruación. En algunos casos puede darse la denominada oligomenorrea –pocos periodos menstruales en un año-, un síntoma de la reducción de la actividad ovárica. Es un trastorno que tiene tratamiento, el cual se debe aplicar lo antes posible ya que puede comprometer la fertilidad de la mujer.
Pérdida de peso y trastorno de la alimentación
Las variaciones de peso, las dietas drásticas, el estrés y trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia pueden afectar directamente al ciclo menstrual, con el riesgo, en los casos más extremos, de amenorrea o pérdida definitiva de la menstruación. Este es uno de los motivos por los que, si vamos a seguir una dieta para adelgazar, consultemos con el médico o especialista en dietética para establecer las necesidades calóricas adecuadas y evitar complicaciones, como poner en peligro la actividad ovárica y, por tanto, la fertilidad femenina.
Dejar de tomar la píldora
Un retraso en la menstruación se puede producir cuando se deja de tomar la píldora. De hecho, si dejamos la píldora después de un periodo prolongado de años tomándola, es posible que nuestro cuerpo necesite algún tiempo para adaptarse. No obstante, en estas etapas, el ciclo irregular no reduce el riesgo de un posible embarazo, por lo que hay tomar medidas si no deseamos quedarnos embarazadas.
Otras causas
A menudo, después del verano, se produce un retraso en la menstruación. Un retraso común ligado al calor y al ritmo estacional. Otra causa común de retraso es el estrés o el estar en un momento emocionalmente difícil. La situación personal puede afectar a la regularidad del ciclo menstrual. Las intensas emociones, los viajes e, incluso, las prisas, puede derivar en un retraso de la regla. Si el retraso dura más de tres meses hay que consultar al ginecólogo.
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