La detención en Estados Unidos del expresidente
panameño Ricardo Martinelli (2009-2014), un hecho sin precedentes en la
historia de Panamá, marcó este lunes el comienzo de una nueva etapa que
parece estar más cerca de su extradición por un caso de escuchas
ilegales.
Martinelli tiene una alerta roja de Interpol desde el pasado 21 de
abril solicitada por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de Panamá, que
lo investiga por la supuesta interceptación de comunicaciones privadas a
más de 200 opositores durante su Administración.
El expresidente fue puesto bajo custodia de las autoridades federales
de Estados Unidos "cerca de su casa", en Coral Gables, una ciudad
aledaña a Miami, y este martes comparecerá ante la Justicia, informó a
Efe el Cuerpo de Alguaciles de EEUU.
Su arresto es el primer resultado de un proceso que comenzó la máxima
corte de Panamá en diciembre de 2015, cuando ordenó su detención
provisional para que compareciera en las audiencias del caso de las
escuchas.
La Cancillería de Panamá solicitó a EEUU en septiembre del año pasado
detener y extraditar a Martinelli, y el pasado abril el Órgano Judicial
de Panamá publicó en dos diarios estadounidenses la notificación sobre
la audiencia de imputación de cargos de este proceso judicial, para
convocar al expresidente.
Pero él no ha regresado a Panamá desde enero de 2015, cuando la CSJ
le abrió la primera de una decena de causas que siguen su curso.
El expresidente nunca escondió su residencia en EEUU y desde su
cuenta de Twitter aseguró en repetidas ocasiones que no regresaría a
Panamá hasta que hubieran garantías de que se respetarían sus derechos y
de que el Gobierno de su sucesor, Juan Carlos Varela, no interferiría
en la Justicia.
Desde que Martinelli abandonó el poder, decenas de funcionarios de su
Administración están procesados por casos de supuesta corrupción en los
que se movieron millones de dólares, de acuerdo con las investigaciones
de la Fiscalía local.
Esa cruzada trascendió fronteras este lunes por primera vez con la
detención del expresidente, quien pasará a la historia como el primero
en ser arrestado en el extranjero con fines de extradición.
Los abogados de Martinelli en su país fueron los primeros en
confirmar la detención a Efe, y anunciaron el trámite de una fianza para
su excarcelación.
Poco después indicaron en una improvisada rueda de prensa que el
proceso de extradición sigue "su curso normal" y que serán los abogados
de EEUU los únicos que darán información sobre la situación jurídica del
exmandatario.
Ni los abogados ni Martinelli, muy activos en las redes sociales, han hecho publicaciones sobre la detención.
Solo Rodrigo Sarasqueta, un dirigente del partido del expresidente,
Cambio Democrático (CD), escribió en su Twitter: "A todos les informo
que no se alarmen, Ricardo Martinelli está bien. Pronto, luego de breve
procedimiento legal será puesto en libertad".
Para el próximo 14 de junio la CSJ panameña programó la audiencia de
imputación de cargos que originalmente se haría el 10 de mayo pero que
fue pospuesta para darle oportunidad al acusado de presentarse.
Y aunque las fechas parecen coincidir, la detención no implica una inmediata extradición.
El internacionalista panameño Alonso Illueca explicó el lunes en
medios locales que al expresidente tendrá la oportunidad de defenderse
ante la Justicia de EEUU antes de que se decida su repatriación, y
además el Departamento de Estado tiene la potestad de frenar el proceso
si considera que perjudicaría sus relaciones exteriores.
El secretario
general del Partido Revolucionario Democrático (PRD-opositor), el
diputado Pedro Miguel González, dijo a Efe hoy que espera que Martinelli
"finalmente regrese a Panamá" para que responda a los distintos
procesos, pero que al igual que cualquier otro ciudadanos, "se le deben
respetar sus derechos y garantías procesales".
La notificación de Interpol en este caso está sustentada en varios
supuestos delitos contra la inviolabilidad del secreto y el derecho a la
intimidad, y contra la administración pública en "diferentes formas de
peculado", de acuerdo con la información oficial.
Dos hijos del expresidente también tienen en su contra alertas de
Interpol por su vinculación con el caso de los sobornos de la brasileña
Odebrecht, por el que están imputadas un total de 36 personas.
De acuerdo con las confesiones de la multinacional a la Justicia de
EEUU, durante el Gobierno de Martinelli pagó al menos 59 millones de
dólares en sobornos.
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