Aumento del salario lleva 9 días de retraso

Hace nueve días que el plazo para el aumento del salario mínimo se venció producto de la falta de acuerdo entre sindicatos y empresarios, luego de casi seis meses de negociaciones.

Aún así, los representantes de los trabajadores aseguran que los asalariados del mínimo serán retribuidos por el tiempo que no hayan percibido el aumento estipulado por el Código de Trabajo.

Fue en enero cuando empezaron las discusiones entre obreros y patronos. En ese momento las negociaciones parecían tempranas para un aumento que entraría en vigencia el 15 de junio. Sin embargo las divergencias entre las partes han superado, hasta ahora, la necesidad de restablecer el poder de compra de los empleados que menos ganan.

Según Circe Almánzar, vicepresidenta de la Asociación de Industrias (AIRD), el desacuerdo surgió cuando los sindicatos plantearon que esta vez se realice un aumento vigente solo por un año, luego del cual habría que volver a subir el sueldo base.

“Ellos introdujeron un nuevo elemento a las negociaciones que, obviamente, obstaculizó el aumento, justo cuando ya empezábamos a acercar números”, explicó.

En principio, los patronos manifestaron que solo aumentarían un 8%, obedeciendo al incremento de los precios que, según el Banco Central, han experimentado los productos y servicios de la canasta básica, pero, producto de las discusiones decidieron aumentar su propuesta hasta un 14%, la que fue aceptada por los trabajadores, con la condición de que su vigencia se reduciría a la mitad (un año), reveló Rafael Abreu (Pepe), presidente del Consejo Nacional de Unidad Sindical (CNUS).

“Las centrales vamos a plantear que el aumento que se produzca tenga carácter retroactivo, para compensar a los trabajadores por el tiempo perdido. La idea de iniciar negociaciones anticipadas era para que, cuando la tarifa caducara, entrara inmediatamente la nueva. Eso no se produjo por la confrontación que hay entre nosotros y ellos por el porcentaje y el tiempo. Ahora consideramos que debemos incluir el elemento retroactivo”, expresó el sindicalista.

Aumento público

La lucha de las centrales sindicales no se circunscribe al sector privado. El próximo miércoles marcharán hacia el Palacio Nacional, en reclamo de un aumento salarial del 30% en el presupuesto complementario de este año para los empleados públicos que devengan un sueldo mensual inferior a los RD$50,000.

Se busca mejorar las condiciones de vida de los servidores públicos más vulnerables, cuyas funciones tienen un alto impacto social. Entre ellos maestros, policías, médicos, enfermeras y militares, según Gabriel de Río, presidente de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC).

Los líderes de las principales organizaciones sindicales entienden que los trabajadores dominicanos devengan salarios que no compensan debidamente su trabajo y que les impiden convertirse en una clase media capaz de consumir y dinamizar la economía.

Por ello pretenden agotar una agenda bastante activa durante esta semana. Y es que, luego de la marcha hacia el Palacio Nacional, retomarán las discusiones por el aumento del sector privado.

MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO DE TRABAJO 

Las controversias entre sindicalistas y empresarios no se limitan a la discusión de aumento salarial. Un nuevo elemento profundiza las divergencias entre los bandos. Se trata de la modificación del Código de Trabajo.

Los empresarios quieren cambiar ciertos aspectos de la ley 16-92, pero los trabajadores responden con un rotundo “no”. Temen que los empresarios desvanezcan una serie de “conquistas laborales” que han dignificado al trabajador dominicano.

Según Rafael Abreu, se quiere modificar “el corazón del código”.

Al otro lado se encuentran los líderes empresariales, quienes reiteran que se trata de una reforma laboral que estimularía la creación de empleos y permitiría a las empresas dominicanas adaptarse a la dinámica de la competencia global.