El pegging es una de las tantas formas de disfrutar el sexo. Para algunos se trata de algo simplemente impensable,
mientras que otros fantasean con la idea y un importante número la lleva a la realidad con un disfrute
increíble. Sexo anal pero
no él con ella...ni una pareja del mismo sexo, sino algo un poco diferente y es
que ella lo penetra a él.
El pegging es una práctica sexual que consiste en que la mujer, gracias a un arnés con un consolador, penetra a su chico (heterosexual) de forma anal. Lo que para algunos es extremo para otros es una gran fuente de placer y es que ambos pueden vivir plenamente la experiencia del sexo anal en toda su magnitud.
El pegging es una práctica sexual que consiste en que la mujer, gracias a un arnés con un consolador, penetra a su chico (heterosexual) de forma anal. Lo que para algunos es extremo para otros es una gran fuente de placer y es que ambos pueden vivir plenamente la experiencia del sexo anal en toda su magnitud.
En el
mercado se encuentran diversos tipos de arneses, unos de pene hueco para
que el hombre los utilice y otros completos que son normalmente usados por
parejas lesbianas y por aquellas chicas que disfrutan practicando el pegging
con su chico.
El placer
que obtiene el hombre al ser penetrado es múltiple, recordemos que cerca de la
próstata se encuentra el punto P que al ser estimulado produce enorme satisfacción
en ellos. Claro está que para practicar el pegging debe tenerse la
mente abierta y recordar que no por ello se sacrifica la hombría, es
simplemente una nueva forma de obtener satisfacción y orgasmos intensos con tu
pareja.
En el caso
de ellas hay dos formas de estimulación evidentes, la primera es la
psicológica que se obtiene gracias al hecho de saber que ella, la que
siempre es penetrada y dominada, puede ejercer el rol de dominadora y penetrar por una vez a su chico.
La segunda
forma de estimulación es la física, siempre y cuando se elija un arnés que
complazca de forma doble mediante un vibrador que se introduce en la vagina y
que estimula el punto G y toda el área, mientras que el cuerpo del consolador
penetra a tu pareja. Disfrute para ambos.
Para
practicar el pegging es fundamental elegir un buen arnés, que se
ajuste al cuerpo de forma cómoda, con un consolador de material suave para que
la penetración sea mucho más placentera. Puedes optar por tamaños discretos
para que tu chico obtenga placer sin dolor.
Los juegos previos para que ambos se exciten y se vayan
sintiendo cómodos con la idea son fundamentales, pero además la mujer no puede
olvidar estimular el ano de manera intensa y constante para
lograr que se relaje, dilate y se prepare para una penetración más deliciosa.
El uso de
lubricante es imprescindible para que el arnés deslice de una forma mucho más
agradable. Igualmente y si el chico lo desea, pueden utilizar un producto para
experimentar una penetración libre de dolor y llena de placer.
Todas las
practicas anales, desde la masturbación, penetración, estimulación, todas, requieren
de tiempo. Este tipo de juegos no es para cuando estamos apurados, ambos
deben relajarse y disfrutar de todas las sensaciones que se esconden en estas
deliciosas experiencias.
El pegging
es solo una forma más de disfrutar la sexualidad, y puede representar un enorme
placer para ambos y la realización de una fantasía sumamente
erótica, pero claro que para ello ambos deben estar completamente de acuerdo y
excitados por la posibilidad, de lo contrario el disfrute no será como lo
esperan.
Si quieres
conocer más acerca de este tema, no dejes de consultar nuestros artículos
acerca de cómo practicar el sexo anal y cuáles son las mejores posturas para hacerlo.
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