PUERTO PLATA RD.-Una
lluvia de canciones rumberas y románticas pudo más la noche del sábado
que la que cayó del cielo en el anfiteatro de Puerto Plata justo cuando
dos grandes estrellas de la música hispana entregaron bajo agua toda su
pasión y sentimiento al público dominicano.
El
español Diego El Cigala y la dominicana Angela Carrasco encontraron a
casi cuatro mil personas dispuestas a aguantar agua y brisa a cambio de
disfrutar lo mejor de sus respectivos repertorios.
El
espectáculo, bajo la producción del empresario artístico Luis Medrano,
inició con las interpretaciones de Angela Carrasco, llenando las
expectativas de los asistentes, quienes se deleitaron al máximo con la
cartelera ofrecida por la artista.
Ella
estaba emocionada de volver al país que la vio nacer y por eso la
apertura del concierto fue con la canción “Dominicana”, seguida por “No
me puedo quejar”, “Libérate, libérame” y “Quiéreme”.
A
esas le siguieron “Necesito de alguien como tú”, “Ahora o nunca” y
“Cariño mío”, las cuales fueron coreadas y aplaudidas sin cesar por el
público, continuando con
Un
gran júbilo se sintió cuando la cantante interpreto “Lo quiero a morir”
y “Boca rosa”, mostrando el carisma que le han caracterizado y
mantenido en el gusto del público durante cuatro décadas.
La
lluvia que caía en el anfiteatro apenas cesaba, pero Angela Carrasco se
mantenía concentrada ante el público que la aclamaba sin importar las
condiciones climáticas.
Su
presentación llegó a su climax cuando interpretó “Quererte a ti”, que
su inolvidable amigo Camilo Sesto le regaló en 1979 para que fuera su
canción distintiva durante todos los siguientes años de su vida.
Carrasco,
que parecía no quería irse del escenario, terminó su presentación con
“Caribe”, acompañada de los Taimáscaros de Puerto Plata, Mabuya.
Cuando
le tocaba el turno a Diego El Cigala la lluvia arreció y hasta obligó
al artista a detener el concierto apenas un minuto después de
presentarte ante el público.
En
el ambiente había incertidumbre de si seguía lloviendo, si el público
iba a esperar tranquilo o si El Cigala se iba y no iba a volver.
La
lluvia cedió un poco, la gente no se movió de sus lugares y el cantante
flamenco volvió con su sonrisa, su trago en manos y se colocó en su
asiento bajo el inmenso domo del anfiteatro para no pararse poco y
cantar mucho, hasta pasadas las las 2:00 de la madrugada del domingo.
Tras
subir a escena al anfiteatro más moderno del Caribe, El Cigala
interpretó un amplio repertorio musical en el combinó sus emblemáticos
temas del bolero-jazz y sus actuales de rumba salsera incluidos en
“Indestructible”, su más reciente disco.
“Moreno soy” fue su primera proclama que quizás lo describe: “Nací moreno porque así tenía que ser, por mi color, soy muy fácil de entender, cantando voy, haciendo el mundo feliz, yo soy candela, quemando piedra hasta morir”.
Sus dardos al corazón comenzaron con “Amar y vivir”, aquella canción de la mexicana Consuelo Velázquez que pregunta atormentada ¿por qué no han de saber que te amo vida mía?”.
Una
formidable orquesta, la Big Band de Cali, lo acompañó y sí se notaba la
fuerza musical cuando le tocaba el turno a esos temas caribeños
combinados con su cantar flamenco.
“Juanito
alimaña” o “El periódico de ayer” (bien robadas a Héctor Lavoe), “El
paso de Encarnación” (clásico salsero de 1974), “El ratón” y “Hacha y
machete” fueron de esos temas caribeños incluidos en su show.
Sin
dudas esos viejos boleros que ponen en incertidumbre y contradicción
los sentimientos son esas piezas imprescindibles de su cancionero y que
el público los ahoga en lo más profundo de sus almas por alguna razón de
vida.
“Inolvidable”
o “Corazón loco” hacen que las emociones florezcan porque quién se
queda inmune e inerte cuando El Cigala daba riendas sueltas en su voz
recordando la locura amorosa del cubano Antonio Machin cuando en el
siglo XX preguntaba a su corazón “cómo se pueden querer dos mujeres a la vez y no estar loco”.
Y
ni decir de su más emblemático tema: “Lágrimas negras”, que durante
nueve minutos hizo que la adrenalina de los presentes subiera a su más
alto nivel porque desde principios del presente siglo XXI la hicieron
suya desde aquel histórico junte con el pianista Bebo Valdés cuando
rescataron este son-bolero de 1929.
El
Cigala armó una rumba sin parar y hasta canciones fuera de discos
incluyó como el homenaje al brasileño Roberto Carlos con los temas “Tú
eres mi amigo del alma” y “Cóncavo y convexo” y al fenecido español Nino
Bravo con “Te quiero, te quiero”.
Sentimientos
indescriptibles se sintieron en los que quedaban de pie en el
anfiteatro cuando ambos artistas realizaron una presentación conjunta
con los temas “Aunque me cueste la vida” y “La 40” y ya era suficiente
para una larga noche.
Turismo
La
oferta turística de La Novia del Atlántico es puesta en valor con la
presentación de espectáculos como lo que han venido realizándose en la
concha acústica de La Puntilla, donde miles de turistas nacionales e
internacionales se han dado cita, convirtiéndose en una atracción
adicional para este destino de la Costa Norte.
Este
polo turístico es uno de los más completos de República Dominicana, y
la construcción del anfiteatro ha elevado su potencial turístico, ya que
el mismo ha servido de escenario para que los más renombrados artistas
dominicanos, así como figuras internacionales lleven su arte a los
puertoplateños y quienes se desplazan desde todas partes del país.
DATO:
Angela
Carrasco, nacida en Santo Domingo, República Dominicana, en su más de
30 años de carrera artística ha representado dignamente al país,
logrando varios premios musicales a nivel internacional.
Diego
el Cigala, oriundo de España y nacionalizado dominicano en el 2014,
cantautor del genero flamenco, quien se ha presentado en los principales
escenarios del mundo con una amplia recopilación discográfica que lo ha
catapultado al éxito.
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