Los juguetes sexuales,
como el vibrador o consolador, son
una excelente forma de experimentar el placer y vivir nuevas sensaciones. Sin
embargo en algunos casos su uso frecuente genera una adicción, de la misma forma que una
persona puede volverse adicta al sexo, el alcohol o cualquier otro tipo de
sustancia o situación.
Mucho se ha hablado
acerca de los posibles efectos del uso frecuente de consoladores en nuestra
intimidad, y actualmente son muchas las mujeres que admiten utilizar este accesorio sexual con demasiada
frecuencia, pero ¿en qué punto se considera una adicción
Se denomina adicción a la relación de dependencia que se genera respecto a una situación, sustancia o relación, que no se puede controlar por lo que acaba interfiriendo con nuestra vida diaria y afectando diversos aspectos de nuestra cotidianidad.
En el caso de los vibradores y
consoladores, las mujeres suelen obtener con ellos un enorme placer durante la
masturbación. Este placer, que no va a estar condicionado por el desempeño de
nadie más, y que siempre en cada masturbación estará garantizado, ha hecho que
muchas mujeres desarrollen una relación de dependencia con este juguete sexual,
pasando en muchos casos a la adicción.
Existen muchos modelos
de vibradores y consoladores en el mercado,
algunos de ellos con tamaños, grosores o funciones que no son propias de un
pene regular. Así muchas mujeres encuentran más placer en este tipo de objetos que el contacto sexual con
un hombre.
Cuando debido al placer que se obtiene con el consolador, cambiamos los patrones de masturbación, pasando a
hacerlo de manera muy frecuente y/o compulsiva y siempre usando este accesorio
sexual, se puede considerar que hay una adicción al vibrador.
Si el deseo de masturbarse y usar el consolador o vibrador comienza a
afectar la cotidianidad, interfiriendo
con las actividades diarias y afectando nuestra concentración, no
hay duda que se ha desarrollado una relación de dependencia con este juguete
sexual que pudiera ser ya una adicción.
En el caso de las chicas que tienen pareja, cuando dejamos de tener sexo
con el compañero para sustituir la actividad por el uso del consolador o vibrador, encontrando
placer solo en ese contacto, se puede decir que se ha desarrollado un
comportamiento adictivo. Esta conducta es la que más alarma a los
especialistas, pues podría llevar a trastornos sexuales que requerirán de la
intervención de un profesional para corregirse.
Si más allá de usar tu consolador en la masturbación, consideras que has
comenzado a desarrollar una dependencia
con este objeto sexual en la cual su uso te resulta fundamental para
alcanzar el orgasmo, es conveniente prestar atención para evitar que esta
conducta desemboque en una adicción o para filia. En estos casos lo más
conveniente es vencer el miedo y los tabúes y consultar a un sexólogo, quien te ayudará a superar tu dependencia
y mejorar tu vida sexual.
0 comentarios:
Speak up your mind
Tell us what you're thinking... !