Era sábado y había pasado el mediodía. El general
Marcos Rivera Cuesta fue hecho preso y una llamada trajo la arenga
desde el micrófono de José Francisco Peña Gómez a lanzarse a las calles:
el camino a la Guerra de Abril de 1965 estaba en tránsito.
Ya hoy hacen 52 de aquel punto de giro, de vuelco de la historia
nacional, que comenzó con la idea de reponer a un gobierno
constitucional y terminó convirtiéndose en lucha patria contra la
segunda intervención militar de los Estados Unidos.
Dos años antes, el 25 de septiembre de 1963, se concretizó el
derrocamiento del profesor Juan Bosch y su gobierno de siete meses,
electo en las urnas luego de una dictadura de 31 años de Rafael L.
Trujillo Molina. Este derrocamiento, este golpe de Estado, propiciado
por sectores empresariales, políticos y religiosos fue el detonante para
el comienzo del conflicto cívico militar de 1965.
“El estallido de abril de 1965 no fue sino la respuesta al modelo de
modernización que había utilizado Trujillo”, dice el historiador Roberto
Cassá en su texto Personajes Dominicanos, tomo II.
“Los poderosos habían logrado, entre 1961 e inicios de 1962, una
transición favorable a sus intereses que echaba de lado reformas
sociales. El capítulo más sobresaliente de esta estrategia conservadora
fue el golpe de Estado de 1963”.
La gesta de abril se forjó con dos sectores principales: uno
partidario de la vuelta al poder del presidente Juan Bosch, que contaba
con la participación de amplias porciones del pueblo según dice Cassá, y
el otro encabezado por militares que tenían el apoyo de los Estados
Unidos, opuesto “al peligro comunista”.
Cassá ayuda a entender en su texto el contexto militar que vivía la
República: tras la muerte del dictador Trujillo, dice el historiador,
los oficiales académicos se dividieron en un ala derechista, que
encabezaba el coronel Elías Wessin y Wessin, y un ala democrática,
liderada por el teniente coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez.
Este tipo de acontecimientos tan memorables, por su importancia y las
personas que se ven involucradas, suelen seguir generando pasiones y
opiniones en contrario. Hace un año aproximadamente, el entonces
candidato presidencial Elías Wessin Chávez concedió una entrevista al
LISTIN en la que dijo que buscaba reivindicar la memoria de su padre.
Wessin cree que la historia dominicana no se ha contado de la mejor
manera porque solo se ha escuchado una de las versiones del conflicto,
la del grupo que procuraba la reposición del gobierno constitucionalista
de Juan Bosch.
“Lo que llaman Revolución, revuelta, se produjo en 10 cuadras de la
capital y eso hay que analizarlo. Pienso que solo se ha escuchado de
manera mayoritaria una campana, y no se ha sido justo en el juicio.
Tampoco se ha sido muy científico en el análisis de la historia, siempre
la pasión es lo que ha dominado”, dijo Wessin en aquella ocasión.
“Hablamos de que una ideología es la que hace a los héroes, porque
todos ellos (los señalados como héroes) son marxistas. Era una lucha
ideológica, no personal”, señaló.
INVASIÓN
A cuatro días de comenzar el conflicto interno, el día 28 de abril,
se registró la segunda ocupación de Estados Unidos al país el siglo
pasado.
LA OCUPACIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS
REACCIÓN
Con el conflicto cívico militar corriendo, y producto de una victoria del sector constitucionalista, se produjo la segunda intervención militar de los Estados Unidos en suelo dominicano. Fue el día 28 de abril, a cuatro días de comenzar los reclamos de vuelta a la Constitución de 1963.
Historiadores dominicanos cifran en 42,000 (Cassá habla de 22,000
efectivos en tierra) los marines que desembarcaron en el país para
convertirla en una lucha desigual, que transformó el conflicto interno
en una lucha nacional.
Los marines se impusieron y se pactaron elecciones democráticas para
1966, un proceso electoral ganado por Joaquín Balaguer, el comienzo de
sus famosos 12 años de continua represión. Por el ala liberal se
presentó a elecciones nueva vez el profesor Juan Bosch, quien no pudo
salir a las calles a realizar campaña electoral, alentando el voto
prácticamente por radio desde su casa.
Así comenzó
En las primeras horas del 24 de abril, el coronel Miguel Ángel Hernando Ramírez y el capitán Mario Peña Taveras detuvieron al general Marcos Rivera Cuesta, entonces jefe del Estado mayor del Ejército, y a sus oficiales.
En las primeras horas del 24 de abril, el coronel Miguel Ángel Hernando Ramírez y el capitán Mario Peña Taveras detuvieron al general Marcos Rivera Cuesta, entonces jefe del Estado mayor del Ejército, y a sus oficiales.
Los dos oficiales coordinaron el levantamiento de los campamentos 16
de Agosto y 27 de Febrero y llamaron al programa radial Tribuna
Democrática, voz del Partido Revolucionario Dominicano, para que José
Francisco Peña Gómez, un jovenzuelo locutor, convocara a la población a
las calles.
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